La Academia

La Espiral nació en 2010 como centro educativo para ayudar al alumno en su proceso de aprendizaje mediante clases de apoyo extraescolar y refuerzo académico. Con los años, la Academia Espiral ha ido creciendo, acompañando a más y más alumnos ayudando a cientos de familias. En el año 2014, bajo el mismo criterio de exigencia y calidad, abrimos una nueva línea de servicio como escuela de idiomas. Ofreciendo a nuestros alumnos, desde los 3 años hasta adultos, una metodología basada en la inmersión del idioma y la diversión como compromiso para una verdadera evolución. En el año 2017 se inauguró el segundo centro para poder dar servicio a la demanda en el municipio. Durante los meses de curso escolar, el refuerzo escolar y el inglés forman a más de 300 alumnos en el ámbito académico. Pero durante los meses de verano, gracias a los casales, formamos a los alumnos de una manera integral educando en valores y convivencia. Hoy día, la Espiral sigue creciendo y evolucionando, saliendo de los límites del municipio con formaciones en empresas y con clases online a personas de toda España.

Nuestra misión es acompañar en el camino del aprendizaje para ayudar a miles de familias a cumplir los objetivos marcados. Nuestro método se basa en una enseñanza personalizada, adaptándonos a cada alumno reforzando las capacidades y potenciando las habilidades individuales. Nuestro éxito reside en un trabajo sistémico, involucrando a todas las partes: familia, tutores, centros educativos... Así es como preparamos al individuo para varios planes futuros, tanto para el ámbito laboral como para el ámbito humano.

Nuestro potencial reside en el componente humano, solo un un equipo comprometido y coordinado es posible que los alumnos aprendan y den lo mejores de si mismos. Contamos con un equipo docente de 10 profesionales comprometidos y apasionados por la educación, avalado por varias titulaciones y años de experiencia lectiva.

Soy Raquel, fundadora y directora de la Academia Espiral. Para celebrar este décimo aniversario, me gustaría contaros mi propia historia personal… La historia de un proyecto que crece y evoluciona, que se expande y emana hacia afuera. Como una Espiral. Todo comenzó en mi infancia. Yo era una niña muy sensible, reflexiva, me gustaba aprender y cuestionarlo todo… y era muy soñadora. De pequeña soñaba con la posibilidad de, algún día, ser capaz de contribuir a crear un mundo mejor; un mundo sin guerras, sin pobreza, sin la extinción de los animales… Como era buena estudiante y me gustaba ayudar a los demás, después de clase siempre ayudaba a mis compañeros con los estudios. Me fui haciendo mayor, y seguía con el mismo propósito de inventar un mundo mejor. La ciencia se convirtió para mí en una propuesta real para hacer cumplir ese sueño. Por eso estudié Biotecnología, para algún día llegar a ser científica e inventar la solución a todos los males del planeta. Durante años estudié y trabajé dando clases de repaso a muchos niños y niñas. ¡Cómo me gustaba acompañarles en el aprendizaje y qué apasionante era el momento en el que entendían un concepto! Me licencié y trabajé durante años en varios laboratorios, pero me seguía preguntando… ¿estaba cerca de cumplir mi sueño? ¿Realmente descubriría algún día algo capaz de mejorar el mundo? En 2008, con la crisis financiera y los recortes en investigación, vi la oportunidad de reunir todos mis ahorros y emprender en un proyecto que sabía me haría muy feliz: una Academia de estudios para poder seguir acompañando a muchos niños y niñas, y así poder “encender muchas bombillas”. Pronto pude hacer un gran descubrimiento. En estos años han pasado muchas personas por la Academia Espiral. Es un proyecto y un lugar donde reina el respeto, la cooperación y la solidaridad. Un lugar donde se ayuda a cumplir las metas y donde se celebran los éxitos. Donde reina el cuidado y se miman los errores. En la Espiral no hay guerra. En la Espiral uno se siente en paz. He podido descubrir que mi sueño se ha hecho realidad: he contribuido a crear un micro-mundo mejor, que como una espiral, evoluciona hacia afuera. Porque como dice Nelson Mandela: “La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”.